martes, mayo 16, 2006

Comerse el coco

¡Y además, literalmente!

El coco es un fruto que me tiene fascinado. Ese olor tan característico, lo exótico de sus tierras de origen y la cocina asiática que lo usa en un sinnúmero de platos hacen que es frecuente encontrarlo alrededor de mí, desde el gel de ducha de coco hasta las barritas de incienso de coco (gracias, Nica).



Hoy quiero compartir con vosotros dos recetas sencillas y sabrosas, con el coco como protagonista. Doy fe que son fáciles y muy muy buenas.

Langostinos en salsa de coco
Pelar los langostinos crudos dejando las colas intactas. Mezclar en un cuenco un vaso de leche de coco, un poco de ralladura de lima o limón, una cucharada de zumo de lima o limón y una cucharadita de salsa de soja clara, remover bien para que se homogenice. Freir una cebolla cortada en octavos hasta que se ablande, añadir los langostinos y freirlos durante 2-3 minutos. Añadir la salsa y continuar removiendo hasta que la salsa espese y se reduzca un poco. Servir decorado con rizos de pimiento rojo y cebolleta.

Plátanos con crema de coco y canela
Para la crema: mezclar una cucharada de harina, una de canela en polvo, dos de azúcar y un vaso de leche de coco. Poner al fuego suave y mezclar hasta que espese.
Cocer los plátanos sin pelar al vapor durante 5 minutos. Pelar los plátanos con cuidado, estarán marrones por fuera y cocidos por dentro. Cubrir con la crema caliente y servir en seguida.

jueves, mayo 04, 2006

Menorca (I)

Ya he vuelto de la isla más oriental de las Baleares. ¿Qué puedo decir sobre ella que no suene a tópico? Las calas con agua cristalina, mucha naturaleza todavía poco tocada por la pezuña del Homo (supuestamente) sapiens, tranquilidad que flota en el aire....

Os dejo tres instantáneas de la isla que recogí con mi cámara:

Las aguas azules de la bahía de Fornells




Cala Mitjaneta, un paraíso inesperado



Taula del poblado prehistórico de Trepucó