lunes, septiembre 04, 2006

¡Adiós, Steve!

Hoy me ha sorprendido la triste noticia de la muerte de Steve Irwin. Quizás les suene más como "El Cazacocodrilos" de los programas de Discovery Channel. El intrépido ecologista australiano ha muerto durante la grabación de un documental, por la picada de un pez raya en el corazón, en las aguas del Pacífico.



¡Descansa en paz, amigo Steve! No te olvidaremos.

2 Comments:

A las 12/9/06 00:12, Blogger Rai dijo...

Hoy daban un reportaje de Steve, en el que aparecía él explicando su trayectoria.

Entre otras cosas, hablaba del tema que tanta "controversia" generó: el día en que dió de comer a un cocodrilo con su bebé en brazos.

Por lo visto, todos los medios echaron el grito al cielo (¿sensacionalismo?), y aún hoy a su muerte parece que se tenga que recordar por ello.

Vamos a ver: el tipo cazaba cocodrilos y similares con las manos. Vale. De entrada se podría pensar que un tipo así está zumbado.

Pero meditemos un poco: si alguien que no está bien de la cabeza se mete con un cocodrilo, ¿cuántas posibilidades tiene de salir ileso?

El caso es que Steve sabía muy bien lo que se hacía siempre que se acercaba a una criatura peligrosa. De hecho, si cazaba a los cocodrilos "a mano" era por proteger su integridad, no por alardear.

Después de toda una vida dedicándose a este arriesgado oficio, creo que se le podía otorgar el rango de "experto" en la materia. De ahí que su criterio a la hora de dar de comenr a un cocodrilo, debería tenerse más en cuenta. Según sus propias palabras: "un cocodrilo es un depredador terrible en el agua, pero en tierra es un ser muy lento y predecible. Además, en el mencionado caso del bebé, era el final del día, ya se había dado de comer antes al cocodrílo y estaba cansado. No había riesgo."

Personalmente, no creo que en tal situación fuese a confundir el filete en su mano derecha con su hijo, en la mano izquierda. Es una pena que se vea la parte de espectáculo y se obvie el trasfondo de este defensor de la naturaleza.

 
A las 15/11/06 13:11, Anonymous Anónimo dijo...

Evidentment, va ser una pèrdua inesperada... també és veritat que... fins a quin punt es passa el límit entre valentia o temeritat?? Igualment, era una persona que vivia pels animals, gràcies a ell potser ja no veiem els rèptils de la mateixa manera... o no?

 

Publicar un comentario

<< Portada