martes, mayo 31, 2005

Food for Thought

Llega un momento cuando hay que recoger las riendas de la propia vida y trazar un objetivo en el horizonte. El momento de alzar la mirada y afrontar el futuro desconocido. Y si hay miedo que acompañe esa mirada, también hay remedios. Como este poema precioso del gran poeta griego que fue Konstantinos Kavafis. Siempre me ayuda a tener claro que el futuro de uno depende de lo que uno hace.

Kavafis

LA CIUDAD

Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.

Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".

Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.

Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.



PS: Perdonad el título...suena mejor en inglés.

1 Comments:

A las 1/6/05 09:53, Anonymous Anónimo dijo...

Así es como la gente intenta arreglar sus problemas: huyendo de ellos! De modo que es mejor coger el toro por los cuernos, y vivir la vida como queramos vivirla :-). (por cierto, no había visto nunca la cara de Kavafis)

Besitos!

Lady

 

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