martes, julio 20, 2004

Aún así

Así se titula el poema que adjunto al final de este escrito. Fue escrito hace algún tiempito (como diria Calamaro), en una época en la que fui predilecto de las musas. Ahora parece que quieren redimir los últimos meses en los que me tenían abandonado, han bajado de su dulce hogar de Helicón a mi playa para dejarme un par de versos bajo la almohada. Gracias.
 
Tengo que confesar que he tenido una serie de sorpresas positivas al releer unos poemas míos que hace tiempo tenía archivados. Alguién (sin duda con mucho sentido poético) dijo que los poemas son como el vino, que ganan con el tiempo. Estoy casi de acuerdo.
 
Brindo, pues, a todos los lectores del blog con este poema. Para vosotros. Y vosotras, claro....
 
Aún así
 
De sobras sabes que no he aprendido
que la Fortuna ayuda a los audaces
No te extrañe verme sorprendido
por la injusta falta que me haces
 
El fugaz recuerdo de tus mechones
que enmarcan el retrato de tu hoguera
es ahora un jersey con lamparones
que abriga a mi corazón de cera
 
Aún así, iré si tu me llamas
a morder la manzana de tu pecado
y a jugar contigo a las damas
 
Aún así, té abrazaré si lo pides
Haré una tregua por adelantado
en el infame campo de mis lides


And there I shut her wild wild eyes / with kisses four.


La imagen que aparece es "La Belle Dame sans merci", un regalo de mi amiga Nica.